El ministro de Economía, Luis Caputo, tendrá este martes otra pulseada con el sistema financiero, en un escenario marcado por la suba de tasas y la presión cambiaria. El Tesoro enfrenta vencimientos por casi $14 billones -unos US$ 10.600 millones- y necesita asegurarse una renovación alta para evitar que los pesos sobrantes vayan al dólar.
En la última licitación, a mediados de agosto, el Gobierno debió convalidar tasas que duplicaban la inflación y, aun así, solo consiguió renovar un 60% de la deuda, dejando afuera cerca de $6 billones que complicaron la estabilidad cambiaria.
El mercado espera que esta vez Caputo vuelva a pagar caro para tentar a los bancos. El malestar en algunas entidades es evidente, pero la estrategia oficial apunta a estirar plazos y mantener el financiamiento en pesos, incluso a costa de rendimientos altos.
La presión sobre el dólar sigue siendo un factor central: tras la eliminación de las Letras de Liquidez (LEFI) en julio, la divisa saltó casi 14%. Ahora, con un billete que ya cotiza en torno a los $1.335, el desafío del Gobierno es contener una nueva corrida.
La semana se presenta así como una prueba de fuego para el ministro: si no logra renovar buena parte de los vencimientos, la tensión cambiaria podría escalar en un contexto que ya se percibe como “especial” por la fragilidad financiera y el mal humor del mercado.
Fuente: Medios