El Alto de la ciudad de Neuquén amaneció este viernes con una escena insólita: una rotura en un caño de agua potable sobre calle Leloir al 700 provocó una gran pérdida de agua que se transformó en una verdadera catarata urbana. El líquido descendía varias cuadras cuesta abajo hasta llegar a Illia e Islas Malvinas, generando sorpresa entre los vecinos que registraron el hecho con sus teléfonos.
Lo que al principio causó asombro rápidamente se transformó en preocupación. Vecinos y playeros de una estación de servicio cercana fueron los primeros en alertar sobre el enorme caudal de agua potable desperdiciada, justo cuando comienzan los días de calor y los pronósticos anticipan una temporada de sequía.
El derrame afectó además una parada de colectivos, obligando a los choferes a modificar temporalmente el punto de descenso de pasajeros para evitar accidentes.
Personal del EPAS llegó minutos después de los primeros reportes y logró cortar la pérdida, iniciando las tareas de reparación del caño dañado. Por precaución, se dispuso un corte parcial del tránsito sobre Leloir, que permanece habilitada solo en una mano.
Desde el municipio se pidió circular con precaución y respetar la señalización mientras avanzan los trabajos.
El episodio volvió a poner en debate la importancia del uso responsable del agua, especialmente en una ciudad que enfrenta cada año nuevos desafíos de abastecimiento. Lo que comenzó como una curiosa imagen —una “catarata” en plena zona urbana— terminó siendo un llamado de atención sobre la necesidad de mantener y cuidar las redes de distribución.
El EPAS confirmó que el suministro no se vio afectado en el sector, aunque se realizan controles preventivos en las zonas cercanas.
Fuente: Medios
