El mundo del automovilismo patagónico vive horas de profundo dolor. Miguel Debasa, histórico piloto de Catriel, falleció este domingo tras una descompensación sufrida durante el Rally de Chichinales, competencia válida por la séptima fecha del Campeonato Regional.
El múltiple campeón, conocido en toda la zona como Miguelito, se encontraba siguiendo la segunda etapa del Rally “Portal del Valle” cuando se desvaneció. Fue asistido de inmediato y trasladado al hospital de Villa Regina, donde finalmente murió por un paro cardíaco.
Desde el centro de salud reginense informaron que “el paciente ingresó prácticamente sin pulso y se activó el protocolo de emergencia cardiovascular”, aunque, pese al esfuerzo médico, “la evolución clínica resultó desfavorable y el paciente falleció”.
Debasa había viajado a Chichinales para acompañar a su hijo menor, Mauro, quien estaba a punto de consagrarse campeón del certamen. Al conocer la noticia, el piloto decidió no largar la segunda prueba. Según publicó Mejor Informado, fue su hermano Maximiliano quien trasladó de urgencia a su padre al hospital.
Figura clave del rally regional, Miguel Debasa fue un verdadero símbolo del automovilismo del Alto Valle. Inició su trayectoria junto a su padre, Juan Tomás, corriendo en un Renault 12, y en los años ‘80 se animó a construir su propio Renault 18, con el que compitió contra leyendas nacionales como Jorge Recalde, Mario Soto y Gabriel Raies.

Su carrera siempre estuvo marcada por la pasión familiar y el trabajo artesanal: todos sus autos se armaron en su taller de Catriel, con sus propias manos. Sus hijos continuaron ese legado, corriendo con la misma dedicación y amor por los fierros.
Hace apenas unas semanas, la Municipalidad de Catriel lo había homenajeado por su trayectoria y su aporte al automovilismo local. Hoy, su partida deja un vacío enorme, pero su nombre quedará grabado en cada tramo de tierra del Rally Patagónico.
Fuente: Medios







