A casi dos meses de que Allen se convirtiera en la primera ciudad de Río Negro en prohibir formalmente el transporte de pasajeros sin habilitación, los taxistas denuncian que los vehículos “truchos” continúan operando y exigen mayor fiscalización. La ordenanza, aprobada por mayoría en el Concejo Deliberante y publicada en septiembre en el Boletín Oficial, establece que todo servicio de transporte no regulado y sin habilitación municipal es ilegal.
Pedro Alarcón, taxista local e integrante de la comisión que redactó la normativa, afirmó a medios que “hace 15 o 20 días venimos reclamándole a Tránsito que actúe. Tuvimos varias reuniones, pero no vemos avances”. Además, señaló que la actividad del sector cayó entre un 50% y un 60% en la provincia debido a la competencia de estos servicios.

Por su parte, Matías Campos, director de Tránsito municipal, reconoció que hasta el momento no se han detectado vehículos irregulares durante los operativos, aunque aseguró que los controles son constantes y coordinados con la policía. “No hay antecedentes similares en la provincia, así que estamos trabajando en conjunto para aplicar la ordenanza. Los controles son exhaustivos, pero aún no hemos logrado identificar vehículos fuera de la normativa”, explicó.
Campos señaló que una de las principales dificultades es la falta de colaboración de los usuarios: “Es complicado, porque los pasajeros no suelen declarar que tomaron un Uber”. También aclaró que la aplicación de la ordenanza no permite solicitar viajes desde la app, aunque hay una línea abierta para que los vecinos informen sobre vehículos no autorizados. Además, destacó las campañas de concientización: “Publicamos regularmente en la página de la municipalidad sobre los riesgos de usar transportes no habilitados. No es legal ni seguro”.
Detalles de la ordenanza y sanciones
La normativa contempla un período de prueba de tres meses, tras el cual se evaluará su efectividad y posibles ajustes. Durante este tiempo, los vehículos detectados sin autorización podrán ser secuestrados, y se aplicarán sanciones que incluyen retención de la licencia, multas económicas y la inhabilitación para conducir entre tres y doce meses, según la gravedad y reincidencia de la infracción.
Además, la Dirección de Tránsito implementará campañas informativas y creará un registro municipal de vehículos que operen fuera del marco legal, sumando una línea telefónica para recibir denuncias. Mientras tanto, los taxistas continúan reclamando controles más efectivos y respuestas concretas de las autoridades.
Fuente: Medios







