Temor en el barrio: denuncian que la familia de un condenado por el caso Caliani intimida a testigos

Pirotecnia, insultos, golpes al portón y una amenaza que involucró a su nieto: así describe la mujer lo que vive desde que declaró en el tribunal. La Justicia analiza nuevas denuncias.

El juicio para imponer la pena a los responsables del crimen del periodista y militante Juan Caliani abrió un capítulo inesperado y alarmante: una vecina del barrio, que vive pared de por medio con la familia de uno de los condenados, volvió a denunciar una secuencia de hostigamientos, insultos y amenazas que se intensificaron luego de declarar ante el tribunal.

La instancia judicial, que se extenderá desde el 26 de noviembre hasta el 12 de diciembre, reúne a una extensa lista de testigos convocados por la querella. Mientras el tribunal avanza hacia la definición de la pena, el relato de la mujer —identificada como Navarrete— revela un costado paralelo del proceso: el miedo persistente, la presión sobre quienes declaran y el clima de impunidad que sienten algunos vecinos.

La situación no es nueva. Navarrete ya había denunciado en diciembre de 2024 que el joven Herrera, condenado en un juicio abreviado tras admitir su participación en el crimen, la amenazó mientras cumplía arresto domiciliario. Según su relato, el adolescente llegó a gritarle: “Te voy a matar como a Juan Caliani” y llegó a arrojarle un hierro que la lesionó y la obligó a recibir atención en el hospital Bouquet Roldán.

La intervención policial tampoco fue sencilla. Personal de la Comisaría 17 acudió al lugar, pero su comisaria debió retirarse tras recibir agresiones verbales por parte del padre del joven. La jefa de la unidad, Marcela Gutiérrez, confirmó entonces que las denuncias contra el adolescente eran reiteradas y que los móviles ya habían tenido que asistir a la vivienda de la vecina en múltiples oportunidades desde junio.

“Me amenazaron con mi nieto”: hostigamientos tras declarar

Navarrete asegura que la situación se agravó luego de su testimonio la semana pasada. En una entrevista con LU5, detalló que, desde entonces, la familia del joven condenado y su entorno increpan su vivienda con pirotecnia, golpes y gritos.

Relató que, al regresar de cenar en casa de una vecina, fue insultada por jóvenes y menores del clan: “loca de mierda”, le gritaban desde la vereda. Pero, según denuncia, los hostigamientos incluyen a adultos: “Estaba el padre, la madre, la tía. Todos se reían como si fuera un chiste”.

Ese mismo día, asegura, recibió la amenaza más violenta:“Me dijeron que me iban a sacar de la casa arrastrándome, a mí y a mi nieto. Que saben cuándo estoy sola, que me vigilan”.

Para Navarrete, la intimidación tiene un patrón claro: comenzó meses atrás, pero escaló tras su declaración. En la audiencia, recuerda, los jóvenes condenados “no levantaron la cabeza del piso”, mientras que el padre de uno de ellos “se escondía detrás de la defensora”. Y remató: “Saben matar. Eso sí saben hacer”.

Un pedido desesperado de protección

La mujer afirmó que llamó a la Policía, pero el primer móvil que atendió su mensaje respondió —según ella— de manera burlona.
Recién cuando se comunicó directamente con la comisaría enviaron agentes al lugar, aunque para entonces la situación continuaba: “Los chicos tiraban bombas de estruendo bajo el auto de mi hijo, cañitas voladoras, de todo, y el móvil estaba enfrente”, denunció.

Dijo también que los adultos permanecían dentro de una camioneta blanca, “riéndose y desafiando a la Policía”.

Navarrete expresó que ya no se siente segura ni siquiera para trabajar: “Mandaron a los que limpian vidrios a vigilar dónde estoy. No puedo salir de mi casa”.

Este martes volverá al tribunal para pedir que las denuncias por amenazas y hostigamiento formen parte de la evaluación del caso.

El juicio y el reclamo de la familia Caliani

El proceso judicial que se desarrolla esta semana busca fijar la pena para los jóvenes responsables del asesinato de Caliani, cometido cuando eran menores de edad. La familia del periodista reclama una respuesta firme del Poder Judicial y sostiene que el sistema penal juvenil falló en su momento, al no brindar medidas eficaces cuando se investigó el crimen.

Navarrete, por su parte, aseguró que cumplió con su deber cívico:
“Yo fui y dije todo lo que tenía que decir. Los defensores quisieron callarme, pero no pudieron”.
Ahora espera que fiscales y jueces “tomen las cosas como las tienen que tomar”.

Fuente: Medios.

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