La llegada del Año Nuevo no ocurre al mismo tiempo en todo el planeta. Mientras algunas ciudades ya celebran la medianoche con fuegos artificiales y brindis, en otras todavía faltan varias horas para despedir el año que termina. Debido a los distintos husos horarios, el 1° de enero avanza de este a oeste y convierte al mundo en una sucesión de festejos que se extienden durante casi 24 horas.
Mientras en la Argentina todavía restan varias horas para despedir el año, en algunos puntos del planeta el 2026 ya comenzó y fue recibido con celebraciones, reuniones familiares, espectáculos y tradicionales brindis.
Las primeras regiones en dar la bienvenida al Año Nuevo fueron Kiribati, Samoa, Tonga, Nueva Zelanda, Fiyi, además de las zonas rusas de Kamchatka y Chukotka, donde la llegada del 1° de enero estuvo marcada por festejos multitudinarios y shows.
Kiribati, ubicado en el océano Pacífico central, fue el primer territorio del mundo en ingresar al 2026, debido a que posee el huso horario más adelantado del planeta.
En el otro extremo del mapa, los últimos lugares en celebrar el Año Nuevo serán las islas Howland y Baker, dos territorios no habitados que pertenecen a Estados Unidos y también se encuentran en el Pacífico central. Allí, el cambio de año se produce casi un día después que en las primeras regiones del planeta.
Este fenómeno genera curiosidades llamativas, como el caso de Samoa y Samoa Americana: aunque están separadas por apenas unos 2.000 kilómetros, la diferencia horaria hace que celebren el Año Nuevo con 24 horas de distancia entre sí.
Fuente: Medios

