A un año del secuestro de Nahuel Gallo, el gendarme argentino de 34 años continúa detenido en Venezuela bajo custodia del régimen de Nicolás Maduro. Fue capturado el 8 de diciembre de 2024 y, desde entonces, permanece recluido en el centro penitenciario Rodeo 1, sin acceso a un proceso judicial regular ni contacto con su familia.

Según testimonios de exdetenidos, Gallo enfrenta aislamiento, presiones psicológicas y condiciones extremas de reclusión. La familia confirma que no ha recibido información oficial precisa sobre su estado de salud o situación legal.

El Gobierno argentino reclamó su liberación ante la ONU, la OEA y la Corte Penal Internacional. Sin embargo, aún no hubo avances concretos. El aniversario coincide con un incremento de las tensiones internacionales: Estados Unidos endureció su postura hacia el régimen venezolano y Javier Milei viajará a Oslo para acompañar a la dirigente opositora María Corina Machado, quien recibirá el Premio Nobel de la Paz.
Las declaraciones de su madre, Griselda Heredia, reflejan la desesperación familiar: afirma que vive entre la angustia, la fe y la incertidumbre. La pareja de Gallo, María Alexandra Gómez, también debió abandonar Venezuela junto al hijo de ambos para garantizar su seguridad.

Organizaciones de derechos humanos advierten que el caso se inscribe en una práctica creciente, el uso de ciudadanos extranjeros como rehenes políticos. Gallo permanece acusado de delitos que no fueron comprobados y continúa sin garantías de defensa.
Mientras la presión diplomática se intensifica, la familia y su entorno esperan que las gestiones internacionales logren finalmente su liberación.
Fuente: Medios

