Más de 3.000 representantes de 150 países debatieron medidas para evitar que el comercio internacional siga poniendo en riesgo a especies marinas amenazadas. La discusión se dio en la conferencia CoP20 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), realizada en Samarcanda, Uzbekistán, entre el 24 de noviembre y el 5 de diciembre.
Argentina forma parte activa del encuentro con especialistas que impulsaron propuestas para proteger tiburones y rayas de la región. Entre ellos está Juan Martín Cuevas, biólogo y doctor en Ciencias Naturales, coordinador de conservación de tiburones y rayas en WCS Argentina.
Cuevas calificó la instancia como “un hito de conservación”, y destacó que más de 70 especies fueron incorporadas a la convención con el consenso de 50 países. Las propuestas presentadas contaron con el apoyo técnico de especialistas argentinos y apuntan a regular el comercio de especies en peligro crítico.

Cuevas nació en Mar del Plata, vive en Bariloche y hace más de diez años realiza investigaciones sobre tiburones en Buenos Aires y la Patagonia. Desde WCS coordina también el proyecto “Conservar tiburones en Argentina”, un programa de ciencia ciudadana que trabaja con pescadores del Golfo San Matías desde hace 15 años.
“La idea es cambiar el paradigma: pasar de ‘pescar y matar’ a ‘pescar, marcar y devolver’”, explicó el especialista, quien llegó a Samarcanda con el objetivo de defender propuestas específicas para dos especies amenazadas del Mar Argentino: el cazón y el gatuzo.
Comercio regulado para cazones y gatuzos
La iniciativa presentada por Brasil, con apoyo técnico argentino, busca que 29 especies de tiburones y rayas pasen a estar reguladas por Cites. Esto implica que su comercio internacional debe cumplir requisitos estrictos y controles científicos.
En Argentina, el cazón se exporta principalmente a Australia y su captura responde a la demanda global de carne y aletas. Cuevas explicó que, debido al crecimiento lento, la reproducción tardía y la baja cantidad de crías, las poblaciones no logran recuperarse.
La incorporación a Cites obliga a que los organismos nacionales realicen dictámenes científicos para determinar si la extracción es “no perjudicial” para la especie. Si el resultado es negativo, deberán revisarse métodos y volúmenes de pesca.
“Esperamos que esto permita un manejo más responsable, trazabilidad y medidas que frenen el riesgo de extinción”, aseguró el biólogo.

Durante la CoP20 fueron adoptadas tres grandes decisiones:
- Prohibición total del comercio internacional para tiburones oceánicos como la mantarraya y el tiburón ballena.
- Cupos de exportación cero para especies como los peces guitarra gigantes.
- Comercio regulado con permisos especiales para tiburones como el gatuzo y el cazón.
Estas medidas cuentan con respaldo legal internacional y, tras la votación plenaria final, comenzarán a aplicarse.
Las dos especies argentinas en mayor riesgo
El Mar Argentino alberga 105 especies de condrictios, de las cuales 55 son tiburones. Entre las más vulnerables están el gatuzo y el cazón, ambas catalogadas como “Críticamente Amenazadas”.
- Gatuzo (Mustelus schmitti)
Es una especie endémica: solo vive en el Atlántico Sudoccidental. Su población cayó más del 90% en 40 años, según estudios científicos. Ya se considera sobreexplotada a nivel regional. - Cazón (Galeorhinus galeus)
Presente en aguas de Argentina, Uruguay y sur de Brasil. En tres décadas perdió el 80% de su población debido a la pesca comercial y recreativa.
Desde organizaciones conservacionistas coinciden en que actuar ahora es clave: los tiburones son esenciales para el equilibrio del océano y muchos están “quedándose sin tiempo”.
Fuente: Medios.

