Argentina cerró 2025 como el noveno país del mundo con mayor cantidad de Empresas B certificadas y el segundo en América Latina, con un total de 280 compañías que acreditan su impacto económico, social y ambiental. Durante el último año se incorporaron 54 nuevas firmas, lo que convirtió a 2025 en el segundo año con más certificaciones desde la creación de Sistema B, en 2012.
Las Empresas B en el país emplean a más de 44.000 personas, generan ingresos anuales por unos US$ 5.175 millones, participan en 30 sectores económicos y están presentes en 15 provincias. La mayor concentración se registra en la Ciudad de Buenos Aires (110), la provincia de Buenos Aires (91), Córdoba (19) y Mendoza (17).

Entre las compañías que se sumaron en 2025 se destacan La Anónima —la mayor Empresa B de capitales argentinos—, McCain Argentina, Urbano Express, Coelsa, Bagués, Calm y el restaurante Alamesa, operado por jóvenes neurodivergentes, entre otras.
A nivel global, Argentina quedó detrás de países como Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Australia, Canadá y Brasil, y superó a España y Chile en cantidad de certificaciones.
Desde Sistema B señalaron que el 94% de las empresas certificadas mantiene su estatus, tras la recertificación de 68 compañías en 2025. “Esto demuestra que la certificación es una herramienta valiosa y que pertenecer a una comunidad con valores compartidos es uno de los aspectos más valorados”, explicó Marina Arias, directora ejecutiva de Sistema B Argentina.

Además de las firmas certificadas, otras 580 empresas comenzaron este año a medir su desempeño mediante la Evaluación de Impacto B, una herramienta que ya utilizan unas 9.000 organizaciones en el país y más de 320.000 en todo el mundo.
De cara a 2026, el movimiento enfrentará un cambio clave: la entrada en vigencia de nuevos estándares globales definidos por B Lab, que exigirán una gestión integral del impacto como condición obligatoria para obtener la certificación. A nivel mundial, el año cerró con 10.409 Empresas B en 103 países, consolidando al modelo como un actor relevante del tejido productivo global.
Fuente: Medios

