La búsqueda de Franco Carranza, un joven de 29 años desaparecido desde la víspera de Nochebuena, concluyó de la peor manera en la localidad de Laboulaye, sur de Córdoba. El cuerpo fue encontrado durante un rastrillaje realizado el sábado por la tarde en un descampado de una zona rural cercana.
Carranza había sido visto por última vez el 24 de diciembre, y ante la pérdida de contacto, su familia realizó la denuncia por desaparición, lo que activó un operativo de búsqueda que se extendió por sectores urbanos y rurales de la localidad.
Tras el hallazgo, la zona fue preservada de inmediato para permitir el trabajo de peritos y de la Policía Judicial, quienes realizaron las primeras tareas en el lugar. Por el momento, la causa fue caratulada como “muerte de etiología dudosa”, y no se informó oficialmente si el cuerpo presentaba signos de violencia.
Las autoridades aguardan ahora los resultados de la autopsia, clave para determinar la causa y el momento de la muerte, lo que permitirá avanzar en la investigación y esclarecer los hechos.
La noticia generó un profundo impacto en la comunidad y en la familia de Franco. Su madre, Angélica Audano, expresó su dolor a través de redes sociales: “Volá alto hijo, que tu alma descanse en paz”. También agradeció a quienes participaron de la búsqueda y acompañaron a la familia durante los días de angustia: “Ahora solo queda esperar el resultado de la autopsia”.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida y apoyo, con palabras de tristeza, incredulidad y afecto que reflejan la conmoción que dejó la muerte de Franco en Laboulaye.
Mientras la localidad intenta asimilar lo ocurrido, la atención está puesta en los resultados forenses, que serán determinantes para esclarecer las circunstancias que rodearon este trágico suceso.
Fuente: Medios.

