Un funcionario judicial protagonizó un episodio de violencia e insubordinación en pleno centro de Comodoro Rivadavia, al negarse a realizar un control de alcoholemia y enfrentarse a los agentes de tránsito que participaban de un operativo de rutina. El hecho ocurrió en la intersección de Alvear y Necochea, una de las esquinas más transitadas de la ciudad, y generó fuerte repudio tras la difusión de las imágenes.
El hombre fue identificado como Fabricio Sachi, auxiliar de la Fiscalía Federal de Caleta Olivia, quien reside en la ciudad chubutense. Según confirmaron fuentes oficiales, Sachi se encontraba al volante de su vehículo cuando fue detenido por personal de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), que realizaba controles preventivos de alcoholemia.
Lejos de colaborar, el funcionario reaccionó con insultos, amenazas e incluso desafió físicamente a uno de los agentes. En el video, difundido por medios locales y ampliamente compartido en redes sociales, se lo escucha decir en tono desafiante: “No me tutees, bájame el tono. ¿Quién sos? No voy a hacer el test, mandame la multa a mi casa”.
La situación escaló cuando Sachi exhibió una libreta e intentó hacer valer su condición de funcionario público. “Funcionario igual que vos”, replicó ante la pregunta del inspector, para luego acusarlo de abuso de autoridad y hostigamiento. En otro pasaje de la filmación, se lo oye decir: “Tengo domicilio acá a la vuelta y viene a hincharme las pelotas”.
Testigos relataron que el clima se tornó tenso y que el auxiliar fiscal llegó a invitar a pelear a uno de los agentes, por lo que fue contenido por personal policial que se encontraba en el lugar.
Desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial informaron que todo el procedimiento se realizó conforme al protocolo y que el material audiovisual fue incorporado al acta del operativo. “El control fue grabado íntegramente para garantizar la transparencia”, señalaron fuentes del organismo, que ya remitieron las actuaciones a la Justicia Provincial.
De acuerdo con la normativa nacional, negarse a realizar un test de alcoholemia constituye una infracción grave, con sanciones que incluyen multas y suspensión del carnet de conducir. La condición de funcionario público no exime a la persona del cumplimiento de la ley.
El caso generó indignación en redes sociales y en el ámbito judicial, donde se espera una definición sobre posibles medidas disciplinarias.
