¿Y si la Justicia no se tomara vacaciones? Una iniciativa presentada en la Legislatura de Río Negro vuelve a poner en debate una de las tradiciones más arraigadas del Poder Judicial: la feria judicial de verano e invierno.
La legisladora Yolanda Mansilla (Primero Río Negro) impulsa un proyecto de ley para eliminar las ferias y establecer actividad judicial continua durante todo el año. La propuesta modifica el artículo 18 de la Ley Provincial N.º 5190 y plantea que los plazos procesales no se suspendan en ningún momento.
Según los fundamentos, la feria judicial es una institución heredada de otra época, cuando las limitaciones tecnológicas y organizativas hacían necesario frenar la actividad. Hoy, sostiene el texto, el expediente electrónico, las notificaciones digitales y las audiencias virtuales permiten garantizar el servicio sin interrupciones prolongadas.
“El acceso a la justicia es un derecho constitucional que se ve afectado por las demoras estructurales que generan semanas enteras sin plazos”, advierte el proyecto. Esa pausa anual, señala, provoca acumulación de causas, dilaciones indebidas y refuerza la percepción social de ineficiencia del sistema.
La iniciativa aclara que no se trata de recortar derechos laborales del personal judicial. En su lugar, propone un régimen moderno de licencias ordinarias y especiales, organizadas de manera escalonada, para asegurar que siempre haya juzgados en funcionamiento.
La reglamentación quedaría en manos del Superior Tribunal de Justicia, que deberá establecer turnos, subrogancias y reemplazos para garantizar la continuidad del servicio.
El proyecto también vincula la actividad judicial permanente con una mayor seguridad jurídica, previsibilidad en las decisiones y un mejor clima para el desarrollo económico. Como antecedente, se menciona el caso de la provincia de San Luis, donde ya se avanzó hacia un esquema de justicia sin ferias.
La pregunta queda abierta: ¿es tiempo de terminar con la feria judicial o se trata de una tradición difícil de abandonar?
