La imponente casa ubicada en pleno centro de Cipolletti, en la esquina de Irigoyen y Sáenz Peña, vuelve a generar curiosidad y temor entre los vecinos. Mientras muchos la consideran un lugar hermoso, existen relatos que la pintan como una casa embrujada, y un valiente comerciante del centro se animó a relatar su experiencia en primera persona.
“Tuve dos parejas amigas que estuvieron allí, fui varias veces y hasta pasé una noche en esa casa. Intenté dormir, pero no pude pegar un ojo…”, confesó el vecino, que pidió mantener su identidad en reserva para evitar conflictos con los dueños del lugar.
Según relató, durante esa noche experimentó fenómenos que no logra explicar: luces que se encendían solas, puertas que se abrían y cerraban sin razón y canillas que funcionaban sin intervención. “Cerrabas una puerta y al rato se abría; apagabas la luz y al toque se encendía sola. Expliquenmela…”, desafió a quienes lo escuchaban.

El hombre recordó además las leyendas asociadas a la mansión, la zona habría pertenecido a territorios indígenas, donde vivió un jefe de la comunidad, y posteriormente, algunos inquilinos, un budista y un dentista, habrían abandonado la casa debido a experiencias inexplicables. “Te acostás a dormir y pasa todo eso. Te enloquece”, añadió.
Otros vecinos corroboran que la casa tiene fama de inquietante. Según uno de ellos, era común que los inquilinos se fueran a las pocas semanas, y se podía ver cómo el flete trasladaba sus muebles ante la imposibilidad de soportar los sucesos paranormales. En redes sociales, vecinos y trabajadores cercanos también relatan movimientos extraños de objetos y desordenes inexplicables que ocurren durante la noche.
Así, la mansión continúa siendo un misterio que mezcla belleza arquitectónica con relatos escalofriantes, y cada nueva experiencia suma más historias a la leyenda urbana de Cipolletti.
Fuente: Medios







