El policía rionegrino Néstor Lamadrid fue sobreseído por la Justicia en la causa que investigaba la muerte de Juan Carlos Villa y las graves heridas sufridas por su hijo Emanuel, ocurridas durante un operativo policial en Mallín Ahogado, el 11 de agosto de 2024.
La fiscal adjunta Daniela Ortiz Celoria resolvió no sostener la acusación por homicidio calificado y lesiones graves, al considerar que el efectivo actuó en legítima defensa. Con ese argumento, pidió directamente el sobreseimiento, decisión que fue avalada por el juez Víctor Gangarrosa.

Según la investigación, los hechos ocurrieron cuando una comisión policial se dirigió a una propiedad del callejón Inalef, en la zona rural de El Bolsón, para detener a Emanuel Mol Villa. Durante el procedimiento, el joven intentó escapar, pero fue alcanzado y reducido en el suelo por Lamadrid.
En ese momento —según la reconstrucción judicial— apareció su padre, Juan Carlos Villa, portando un cuchillo.
El policía, acorralado y en una situación que describió como de “peligro inminente”, efectuó dos disparos a corta distancia, que impactaron en el rostro y el pecho de Villa, provocándole la muerte.
Instantes después, Emanuel intentó reincorporarse y recibió otro balazo que lo dejó gravemente herido.
Para la fiscal Ortiz Celoria, Lamadrid actuó con justificación plena. Sostuvo que los disparos fueron una reacción “necesaria y proporcional” ante una agresión armada, y que el efectivo “cumplió con los protocolos policiales” al apuntar “al centro de masa”, tal como recomiendan los procedimientos oficiales.
Incluso, citó como prueba un video incorporado al expediente en el que se escucha al agente decir: “tranquilos muchachos”, segundos antes de abrir fuego.
El defensor de Lamadrid, Damián Torres, acompañó el pedido de sobreseimiento y destacó que su cliente dio voz de alto antes de disparar.
Sin embargo, los querellantes Maximiliano Geido y Ezequiel Palavecino, representantes de la familia Villa, se opusieron con firmeza.
Aseguraron que la fiscalía “recortó selectivamente la evidencia” y que una de las peritos solo había presentado un resultado “preliminar”.
Pidieron que el caso avance a juicio oral, donde —según plantearon— podrían debatirse las contradicciones de las pericias y los testimonios.
Para los representantes de la familia, lo ocurrido en Mallín Ahogado “fue el extremo de la violencia institucional” y un ejemplo de uso letal de la fuerza sin justificación suficiente.
Pese a las objeciones, el juez Víctor Gangarrosa avaló la postura de la fiscalía y dictó el sobreseimiento definitivo del agente Lamadrid, aunque aclaró que la querella podrá apelar la resolución ante instancias superiores.
Fuente: Medios.







