Al menos diez personas murieron este domingo tras un ataque armado en la concurrida playa Bondi, en Sídney, según confirmó la Policía de Nueva Gales del Sur. Entre las víctimas fatales se cuentan nueve civiles y uno de los atacantes, que fue abatido durante el operativo de seguridad.
Explicaron además que al menos once personas resultaron heridas, incluidas dos agentes policiales que sufrieron lesiones mientras intervenían en el lugar. Otro sospechoso fue detenido y permanece bajo custodia.

Entre los heridos se encuentran dos efectivos policiales, quienes resultaron lesionados mientras intervenían para neutralizar la amenaza. Varios de los heridos permanecen internados en distintos centros de salud de la ciudad, algunos de ellos en estado grave.
El ataque se produjo en el marco de una celebración de la comunidad judía, lo que activó protocolos especiales de seguridad y una investigación federal para determinar si el hecho tuvo motivaciones ideológicas o terroristas.

Tras el tiroteo, las fuerzas de seguridad establecieron un amplio perímetro de seguridad para permitir el trabajo de los equipos especializados, que inspeccionan la zona ante el hallazgo de “varios objetos sospechosos”, según informaron fuentes policiales.
Las autoridades aclararon que, por el momento, no existen indicios de ataques vinculados en otros puntos de Sídney, aunque el estado de alerta se mantiene elevado en toda el área metropolitana.

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, expresó su consternación por lo sucedido y calificó las imágenes registradas en Bondi como “impactantes y profundamente angustiosas”, al tiempo que envió sus condolencias a las familias de las víctimas.
La investigación continúa en curso, mientras la Policía trabaja para esclarecer la mecánica del ataque, la identidad de los agresores y las posibles motivaciones detrás del hecho que conmocionó a Australia y al mundo.
Fuente: Medios

