El 19 de septiembre, Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez fueron asesinadas en una vivienda de Florencio Varela, en lo que la Justicia considera un ajuste de cuentas ligado al narcotráfico. La policía halló la casa la noche del 23 de septiembre, donde detuvo a dos personas que intentaban limpiar las manchas de sangre. A la mañana siguiente, los cuerpos de las tres jóvenes fueron encontrados enterrados en un pozo en el patio.
El fiscal a cargo, Adrián Arribas, indicó que el crimen combinó engaño y venganza, elementos centrales de la noche que dejó conmocionada a la comunidad.
Hasta el momento, hay nueve detenidos, ocho en Argentina y uno en Perú a la espera de extradición. Entre los arrestados se encuentran Ariel Giménez, quien cavó y tapó el pozo; Lázaro Víctor Sotacuro, señalado como uno de los líderes de la banda; Celeste Magalí Guerrero, propietaria de la casa, junto a su pareja Miguel Silva; Daniela Ibarra y Maximiliano Parra, quienes fueron sorprendidos limpiando el lugar; Florencia Ibáñez, sobrina de Sotacuro, vinculada al apoyo logístico; y Matías Agustín Ozorio, capturado en Perú.
El último acusado pendiente es Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, también detenido en Perú y a la espera de ser extraditado para enfrentar la Justicia argentina.
Fuente: Medios
