A casi un mes de la desaparición de Pedro Kreder y Juana Morales, las autoridades de Chubut modificaron el eje de la búsqueda y comenzaron a trabajar con equipos y canes especializados en la detección de restos humanos. La pareja de jubilados fue vista por última vez el 11 de octubre, cuando salió de una vivienda con destino a Camarones. Días más tarde, su camioneta apareció abandonada en Comodoro Rivadavia.
El ministro de Seguridad provincial, Héctor Iturrioz, explicó que los nuevos operativos incluyen tecnología avanzada y personal especializado llegado desde Santa Fe.

“Hoy se inició un nuevo rastreo con canes RH que buscan restos humanos. Llegaron desde Bahía Blanca para hacer un barrido en la zona sur. Esta vez buscamos a personas sin vida”, señaló el funcionario.
Los dispositivos utilizados permiten detectar signos vitales bajo tierra o escombros. “Son equipos que suelen emplearse en derrumbes, capaces de registrar respiración o latidos. Hasta el momento no se detectó nada, pero seguimos trabajando”, añadió Iturrioz, quien reconoció que la posibilidad de hallarlos con vida “no es imposible, aunque sí complicada”.
Los operativos abarcan distintas zonas rurales y sectores costeros, ante la posibilidad de que los cuerpos hayan sido arrastrados por la corriente marina. En paralelo, la Brigada de Investigaciones mantiene abierta la hipótesis de un homicidio, aunque hasta ahora no se encontraron pruebas concretas.

El último registro de Kreder y Morales proviene de las cámaras de seguridad de Caleta Córdova, que los captaron a bordo de su Toyota Hilux dirigiéndose hacia la ruta provincial 39. Allí, horas después, fue hallado el vehículo vacío.
La familia de Pedro Kreder se aferra a la esperanza. “Seguimos buscando a mi papá vivo. No estamos en condiciones de hacerlo de otra manera”, expresó su hija Laura. Sin embargo, el paso del tiempo y la falta de indicios aumentan la incertidumbre. “Es desesperante. Se los tragó la tierra”, lamentó.
Las tareas continuarán durante los próximos días con refuerzo de maquinaria pesada y equipos técnicos enviados por Nación. Cada hora que pasa, la incógnita sobre el destino de los jubilados se vuelve más inquietante.







