Con el inicio de la temporada alta, planificar vacaciones vuelve a ser un desafío para el presupuesto familiar. Según un relevamiento del Instituto de Economía (Ineco) de la UADE, una familia tipo —dos adultos y dos niños— necesitará en promedio $3.880.488 para viajar por destinos nacionales durante la segunda quincena de enero de 2026. En cambio, optar por destinos internacionales eleva el gasto medio a $10.334.454.
El estudio, que contempla únicamente transporte y alojamiento, toma como referencia un salario promedio RIPTE de $1.627.212. En ese marco, vacacionar dentro del país equivale a 2,38 salarios mensuales, mientras que hacerlo en el exterior representa 6,1 salarios.

Entre los destinos locales, Cariló encabeza el ranking de los más caros, con un presupuesto estimado de $10.665.172 (6,55 salarios). Le siguen Pinamar ($8.026.847) y Bariloche ($5.541.566). En un rango intermedio aparecen Mar de las Pampas, Puerto Iguazú y Puerto Madryn, con valores de entre $4,2 y $4,8 millones. En el extremo opuesto, las opciones más accesibles son Villa Gesell ($2.188.670), Necochea, San Clemente del Tuyú, Rosario y Mar del Plata, todas por debajo de los $2,8 millones.

En cuanto a los viajes al exterior, Madrid es el destino más costoso del relevamiento, con un gasto estimado de $17.187.220. Nueva York y Miami también requieren un desembolso elevado, superior a los $10 millones. Sin embargo, Río de Janeiro reduce el presupuesto a casi $6 millones y Santiago de Chile se posiciona como una de las alternativas más económicas, con $3.277.739, un costo inferior al de más de la mitad de los destinos nacionales analizados.

El informe destaca que, pese al aumento nominal de los precios respecto a 2025, el esfuerzo económico medido en cantidad de salarios se mantuvo estable. Además, señala que en los últimos dos años los destinos internacionales se volvieron relativamente más accesibles frente a los locales, impulsados por la mejora del salario medido en dólares oficiales.
Ineco aclara que los valores no incluyen gastos adicionales como gastronomía, alquiler de carpas o espectáculos, que pueden incrementar de forma significativa el presupuesto final. Aun así, la principal conclusión es que el turismo interno sigue siendo una opción vigente, aunque no siempre la más económica, y que la elección del destino dependerá cada vez más de la relación entre precios, ingresos y tipo de cambio.
Fuente: Medios

